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Capítulo 4:
Vergüenza de los Ricos
Cómo aprendí que El Ocultamiento es el
Legado más Duradero de la Profesión Médica: Una Rápida Reseña del Asombroso Número de Curas Efectivas para el Cáncer; el Conflicto que Constituye para nuestra Historia Común; y Cómo Contribuye a Entender los Defectos en nuestro Sistema Cultural Operante Estudio de Caso Comparativo Especial: Una Corta Historia del Escorbuto Y la Supresión de la Hipoascorbemia "La [tradición Oral] es el método por el cual se ha preservado el arte de sanar a lo largo de los años entre los [Indios] americanos hasta nuestros días. Sus enfermedades, ciertamente, son extremadamente poco numerosas; y tampoco ocurren con frecuencia, debido a su continua actividad física, y (sempiterna, universal) templanza. Pero si alguno enferma...los padres de inmediato dicen a sus hijos qué remedio aplicar. Y rara vez el paciente sufre por largo tiempo; tales medicinas siendo rápidas, así como generalmente infalibles."
o que me pareció más intrigante durante el tiempo que desarrollé
Alpha Omega Labs e investigué tratamientos alternativos para el cáncer, no fue
la falta de enfoques efectivos, sino más bien su abundancia y lo eficientes que
han sido los ejércitos del sistema médico y sus aliados para
ocultar la evidencia. Mi primer contacto con la barbaridad de esta presunción de parte de la Mitología Médica Moderna -- a saber, que las curas efectivas para el cáncer no son de por sí abundantes -- se produjo a través de los escaróticos. Sin embargo, no es la simple integridad cronológica que me hizo dedicarle estos tres primeros capítulos. Los escaróticos fueron quizás el "camino" por el cual busqué y encontré la "iluminación", pero -- si me permiten extender la metáfora -- una vez que llegué rápidamente aprendí que hay muchos otros caminos legítimos hacia la "iluminación". Es más, tal como muchos notables Gurús Indígenas posiblemente les dirían, estos caminos pueden ser abundantes . . . pero son ignorados en su mayoría. Antes de entrar en la mecánica de "cómo se salieron con la suya" -- y lo continúan haciendo, es importante observar los enfoques más asombrosos y la evidencia relevante. Dado que los lectores de este trabajo abarcarán un amplio espectro (desde novatos del cuidado alternativo de la salud hasta aquellos escasos doctores que ya están familiarizados con mucho de este material), he intentado acometerme a un compromiso. Hay abundante soporte bibliográfico más abajo, sin embargo, principalmente me apego a aquellos enfoques de los que he sido testigo. Con esta introducción en mano, el propósito de este capítulo entonces resulta en tres objetivos:
Un Breve Comentario Antes de Comenzar Acerca de
Antes de ampliar
la discusión de los remedios suprimidos contra el cáncer, quiero
hacer un prefacio a cualquier investigación subsiguiente manifestando
que en los trece años que manejé Alpha Omega Labs, estuve en
contacto -- en persona, por email, o por teléfono, con literalmente
miles de pacientes de cáncer y sus servicios médicos de cabecera.
Durante ese tiempo, llegué a creer que ningún tratamiento de ningún
tipo era un sustituto para examinar la 'maladaptación' subyacente
que estaba en la raíz del problema.Medicina Ortodoxa & 'Maladaptación Dirigida' Casi toda enfermedad, pero particularmente el cáncer, tiene como causa primaria alguna condición a la que ha sido sujeto el cuerpo, la mente o el espíritu, que lo haya desviado de su estado natural. [ 5b ] La salud perfecta es el estado natural del hombre. No la enfermedad. El cuerpo contiene un sistema inexplicablemente complejo de contramedidas para mantener su estado natural (u "homeostasis") y es capaz de adaptarse a una amplia variedad de condiciones. Aquellas 'condiciones antinaturales' que lo llevan fuera de su rango de medidas adaptables donde puede cambiar y seguir saludable -- sean espirituales, emocionales, o mayormente materiales (p.e. mala alimentación, exposición a químicos tóxicos o emisiones electromagnéticas, etc.) -- siempre son primero examinadas por un doctor competente antes de siquiera mencionar el tema del 'tratamiento'. Si usted tiene una llanta baja, la lógica dictaría que le saque el clavo antes de proceder a parchar la ponchadura. La medicina ortodoxa, como examinaremos en más detalle en los capítulos venideros, está construida sobre un enorme edificio que dicta que como hay más dinero por hacer al aplicar el parche (p.e. el tratamiento) y manteniendo el clavo en la llanta (p.e. ignorando la(s) causa(s) maladaptativa(s) . . . después de todo -- ¿cómo se puede tener un negocio repetido si se saca el clavo?), entonces la noción de temporal "remoción del clavo" es pura charlatanería. Esta posición es parte de un conjunto más grande de funciones dentro de la Medicina Ortodoxa que llamo "Maladaptación Dirigida", a la cual volveré más adelante. (Entre los miles de ejemplos patentes está la determinación con la cual la Medicina Ortodoxa ha peleado a lo largo de casi toda su existencia por enseñar que una alimentación apropiada no tiene nada que ver con la enfermedad. Más de un médico honesto en los EUA me ha dicho en privado, "No tenemos un sistema de 'cuidado de la salud' en este país. Tenemos 'cuidado de la enfermedad'. Se hace mucho más dinero.") Habiendo establecido esto, es importante anotar que los ejemplos de abajo no deben considerarse por separado de esta noción. Más bien, los enfoques de tratamiento citados abajo son presentados porque todos ellos siguen un patrón similar, el mismo patrón que les fue presentado a ustedes cuando se discutió el Cansema en el Capítulo 1. Ustedes reconocerán la mayoría de los puntos abajo porque muchos de ellos fueron incluidos en las "Diez Condiciones" cuando el Patrón de Ocultamiento fue introducido por primera vez. Específicamente, cada tratamiento del que hablaremos tiene las siguientes características:
Exitoso Uso Interno de los Escaróticos
Durante la breve vida de
Lifeline Sciences,
fui contactado por una 'distribuidora', quien afirmó haber usado exitosamente
la preparación escarótica de cloruro de zinc para su propio cáncer de estómago.
[6]"Usted se da cuenta de que 'Formula G' [7] está diseñada sólo para uso tópico, ¿verdad?" Respondí sorprendido. "Sí, lo sé," ella replicó, "pero funcionó tan bien en mi cáncer de piel, que simplemente tenía sentido que funcionara en el estómago." "Sí, pero ¿no le dolió hasta el alma?" le respondí, aún asombrado de oír sobre este uso interno 'bajo la mesa'. "Durante las primeras horas, claro que dolió. La cosa se puso fea durante un rato. Aunque fue mucho más fácil cuando lo tomé la segunda vez . . . " "¿Segunda vez?" Le interrumpí. "¿Usted ingirió el ungüento más de una vez?" "Oh, sí. Tomé algunas cucharaditas durante las últimas seis semanas. Lo hubiera llamado antes, pero quería tener los resultados del chequeo con mi doctor antes de volver a contactarme con usted." "¿Cuáles fueron los resultados?" "Dice que no debo haber tenido cáncer . . . Básicamente, que el diagnóstico inicial no fue el correcto." "No entiendo." "Bueno, no encontró ningún signo de que yo haya tenido cáncer. Y como no había recibido ninguna "quimio" aún, supongo que él piensa que quizás no hubo cáncer en primer lugar." "Esto es absurdo . . . ¿Quiere decir que el razonamiento de su doctor es que como usted no recibió un tratamiento convencional para el cáncer, esto constituye un mal diagnóstico inicial? "Correcto . . . " Repetidamente durante los doce años siguientes, debí escuchar este "non sequitur" una y otra vez -- viniendo de hombres supuestamente de gran educación. Sin embargo, no fue lo más ridículo. El comentario más ridículo de doctores de pacientes que usaron exitosamente nuestros escaróticos para aplicaciones externas fue de hecho más honesto. Era algo como esto: "Por favor acérquese al mostrador y recoja su cuenta. Me niego a ver pacientes que siguen una terapia o tratamiento alternativo sin mi autorización explícita . . . " Uso el término "honesto" al traer a colación esta última respuesta profesional, porque deja al descubierto las intenciones de los doctores, mientras que el primer "non-sequitur" no lo hace. La última respuesta es transparente. Es reveladora. El doctor pudo haber dicho igualmente, "Jódase. Usted está aquí para que yo gane dinero. Si usted va a ir y hacer algo para ayudarse usted mismo -- y quizás hasta curarse, ¿entonces para qué estoy perdiendo mi tiempo con usted? ¿Qué? ¿O sea que se puede salir con la suya pagando una consulta de $50 y usar mi experiencia para obtener un diagnóstico?" Al mismo tiempo -- muy paradójicamente -- las más exitosas aplicaciones y protocolos para uso interno de escaróticos que produje no vinieron de usuarios/clientes/pacientes finales. Vinieron de doctores -- almas escasas, incluyendo médicos que arriesgaron sus licencias médicas llevando a cabo prácticas "basadas en la evidencia" que no les importó experimentar con una alternativa comprobada si ésta era más segura y más eficaz. Un buen ejemplo de esto fue un médico en Chicago quien usó un catéter como sistema de enema para llevar su propia preparación diluida de Cansema hacia sitios específicos de cáncer colorectal. Fue de este novel enfoque -- igual, del que no había oído nada hasta entonces -- que desarrollamos un proceso de supositorios para elaborar una versión en supositorio de Cansema. (Este fue clausurado poco tiempo antes de la irrupción de la FDA en el 2003). Los reportes ampliamente difundidos sobre el uso efectivo interno del Cansema original condujo a versiones internas en forma de cápsula y tónico. El dramático éxito de Cansema trajo consigo una cornucopia de testimonios anecdóticos, accesibles desde su página de producto, y a poner en relieve casos específicos en forma de artículo que eran nada menos que milagrosos, como el caso de Kent Estes (quien tenía un cáncer de lengua tan grave que sus doctores le dijeron que su única esperanza era remover toda su quijada inferior), o el caso de melanoma avanzado de R.L. Banks. " . . . Estamos convencidos de que el cáncer no se puede curar exitosamente como un fenómeno aislado, que no se relaciona con los procesos básicos del cuerpo. Procuramos llegar a la raíz del desorden, en lugar de tratar meramente con su resultado final. Nuestro esfuerzo primordial es restaurar el cuerpo hasta su normalidad fisiológica . . . "Harry M. Hoxsey, N.D. 6 Escaróticos Exitosos de una Generación Previa:
Si hubiera estado más familiarizado con el trabajo de Harry Hoxsey cuando recién comencé
a hacer preparaciones escaróticas en 1990, no me habría sorprendido la introducción
a sus usos internos por parte de la mujer con cáncer de estómago.La Historia de Harry Hoxsey Con el tiempo, Alpha Omega Labs se afanaría en educar a sus clientes sobre los beneficios del temprano trabajo de Hoxsey -- remedios naturales, tanto escaróticos como no-escaróticos -- animándolos a leer su libro original, Usted No Tiene que Morir, a comprar el libro de Kenny Ausubel (ver a la derecha) y suministrándoles un vistazo gratuito de la película de Ausubel. . Más tarde añadimos una versión de uso interno que era hecha por un fabricante en Canadá, y proporcionamos artículos concernientes a su historia. Aunque costosa ($3,500 por paciente) para los estándares fijados por Alpha Omega Labs, la clínica en México que hoy continúa con el trabajo de Hoxsey trata a los pacientes de cáncer por una fracción del costo del tratamiento convencional y reporta resultados nada menores a los obtenidos convencionalmente. (Aunque la sección de testimonios del Centro es pobre, especialmente comparado al producto de Alpha Omega Labs, Cansema, pero atribuimos esto más a la pobre documentación que a los efectos benéficos probados a lo largo del tiempo de las fórmulas de Hoxsey, que son vendidas en la clínica). En los años finales de Alpha Omega Labs -- antes de la irrupción de Septiembre de 2003 -- frecuentemente se me preguntaba si las fórmulas de Hoxsey "realmente funcionaban". Mi respuesta se basaba en mi consistente observación: "La fórmula de uso externo -- cercana como lo es a la de Cansema -- funciona mejor que el 95% de las veces. Y con base en mi conocimiento de la fórmula de uso interno[ 7 ], no tengo razón para cuestionar la aseveración de la clínica de que "la tasa de éxito llega al 80%" [ 8 ] -- esto es, aunque puede estar estirando los límites más altos, ciertamente no es como la gran exageración de resultados que uno escucha de parte de los partidarios ortodoxos. Y por el contrario, no se tiene ninguno de los efectos secundarios tóxicos del tratamiento convencional." De manera similar, probablemente debido a los asombrosos paralelismos entre los métodos usados para ocultarlos, se me preguntó sobre Essiac. En Alpha Omega Labs, nunca manufacturamos este producto, y asumimos que esta fórmula herbal, promulgada al mundo por una enfermera Canadiense, Rene Caisse, tenía marca registrada. [ 9 ]. Resultó ser que otro productor Canadiense fabricaba el producto y lo introdujimos igualmente en nuestro sitio web. Aunque nunca pude obtener una convincente investigación clínica comprobando (para mí mismo y nadie más) que este producto era efectivo en el tratamiento del cáncer, puedo atestiguar de un sustancial número de personas a lo largo de varios años que, como en el caso de las fórmulas y régimen de Hoxsey, indicaron que este enfoque los ayudó o incluso "salvó" de los enfoques de tratamiento menos efectivos y políticamente sancionados de la comunidad médica ortodoxa. Existen relatos sobre el ocultamiento de formulaciones herbales efectivas en tal abundancia que mi exploración llegó a un punto donde ya no me sorprendía escucharlo. Cuando descubrí la serie de eventos que llevaron a la clausura del grupo de estudios botánicos del Dr. Jonathan Hartwell en el Instituto Nacional del Cáncer -- una operación con pocos fondos que estaba revelando cientos de "medicinas" prometedoras derivadas de plantas, hice una mención de ello en el sitio web de Alpha Omega . Al mismo tiempo documenté un compuesto herbal Ecuatoriano, oculto, llamado ammatosin que fue falsamente incriminado por los mismos burócratas de Washington. El mismo patrón de ocultamiento se documentó en la manera en la que la industria farmacéutica procuró suprimir las noticias sobre los beneficios anticancerígenos de la graviola (Annona muricata). Esas Mortíferas Semillas de Albaricoque:
Déjenme confesarles desde ahora que, con base en mi trabajo
con pacientes de cáncer, yo mismo no encontré evidencia
para convencerme de que las semillas de albaricoque,
o el nutriente aislado de ellas, la Vitamina B17,
fuera tan efectivo como la mayoría de preparaciones
escaróticas con las que trabajé. Digo esto,
aunque Alpha Omega Labs
vendía
sus propias semillas de albaricoque empacadas.
Pero hay legiones de pacientes de cáncer recuperados que
ponen sus manos en el fuego por aquellas, y, de hecho, un amigo
personal cercano, Jason Vale, fundador de Christian Brothers
(quien
cumple ahora una sentencia de 63 meses en los EUA por
vender semillas de albaricoque), se curó de su
tumor ASKINS y carcinoma celular renal gracias a un compromiso
casi exclusivo con este enfoque. (Incluso va más lejos al proporcionar
enlaces de sus CAT
scans para mostrar su progreso venciendo al cáncer
usando semillas de albaricoque). Más aún, en su breve carrera,
Jason acopió
una impresionante lista de testimonios, incluyendo MILES
de pacientes con cáncer que experimentaron beneficios sustanciales
tomando sus semillas.
Cuando el Ocultamiento de "Las Autoridades" Alcanza Proporciones Sobrecogedoramente Obscenas Para cuando decidí añadir las semillas de albaricoque al sitio web de Alpha Omega en el 2002, Jason Vale ya se encontraba en la mira de la Food & Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos. Por consiguiente, la "copia" que usé para presentar las semillas estaba decididamente restringida. Mi enfoque fue poner a disposición el video de G. Edward Griffin, junto con la recomendación de leer su libro, World Without Cancer (Mundo Sin Cáncer). Esto permitiría a la gente hacerse de una opinión propia. Un gobierno honesto que trabaje para servir los intereses de sus ciudadanos y no los de una acaudalada élite médica, haría algo similar: permitiría a quienes ponen dichos productos a disposición, difundir la evidencia documetada de sus "posibles" beneficios. No intentaría ocultar el convincente argumento de que el cáncer es, al menos en parte, una "enfermedad de deficiencia" nutricional, y que la gente reciba ayuda mediante la ingestión regular de semillas de fruta que contengan nutrientes específicos, como la Vitamina B17 presente en la semillas de albaricoque. Ahora soy de la opinión de que el argumento de "deficiencia nutricional" es suficientemente sólido y que es definitivamente benéfico incluir semillas de albaricoque en nuestra dieta regular. Pero el beneficio de este enfoque y los argumentos que lo apoyan continuarán, sin duda, siendo ocultados. ¿Porqué? Porque, como en el caso de todos los ejemplos basados en plantas que arriba se mencionan, dichos beneficios casi siempre caen en el blanco de nuestro manifiesto "patrón de ocultamiento" original. "Los fanáticos de Star Trek se regocijaban cuando 'Bones' ondeaba un pequeño aparato eléctrico sobre el cuerpo enfermo del Capitán Kirk y, segundos después, sus heridas sanaban. Es algo cercano a donde nos encontraríamos [hoy] en las prácticas sanativas de no ser por los monopolistas médicos dirigidos por Rockefeller quienes han estado ocultando todo el campo de la electromedicina desde inicios de 1900."Dr. Leonard G. Horowitz 10 El Asombroso Ocultamiento de la Electromedicina
Horowitz imputa que el "electro-ocultamiento" ha ocurrido por cerca de un siglo.
Pero los registros son claros al mostrar que ha sucedido durante mucho más tiempo.
Las técnicas de sanación de Paracelso estuvieron íntimamente ligadas
a sutiles influencias electromagnéticas y a sus propiedades,
aunque no se las identificaba como tales en su tiempo. [ 11 ]
Los remarcables dispositivos de electromedicina de Franz Mesmer así como sus funciones,
que datan de 1700, han sido tan bien ocultadas que la mayoría de la gente asocia su nombre
exclusivamente con el hipnotismo (o como se dice en Inglés, "mesmerize") [ 12 ],
y las aplicaciones médicas del trabajo de
Karl Von Reichenbach [ 13 ],
Antonio Meucci [ 14 ], y
Nikola Tesla [ 15 ], que datan
principalmente de los años 1800, que han sido todos sujeto del "patrón de ocultamiento".No obstante, el nombre que es probablemente más sinónimo al ocultamiento de la electromedicina es Royal Raymond Rife, sobre quien escribí una "rápida introducción" para el sitio Alpha Omega Labs. Excelentes ensayos sobre el patético trato recibido por Rife -- con holgura uno de los más grandes científicos del Siglo XX -- en manos de la mafia médica del Gobierno de los EUA, cubierto de manera extensiva en muchos otros lados. [ 16 ]. Es similar al ocultamiento de los descubrimientos de Wilhelm Reich concernientes a la energía orgónica -- en aquel tiempo metodología criminal y de base. He presenciado los entretelones de esta faceta de la policía estatal "en carne propia", de modo que reconozco todos los signos. En el caso de Reich, su trabajo era considerado tan amenazante para el sistema médico que un Juez Federal de los EUA ordenó no sólo quemar los libros de Reich, sino también otros trabajos que apenas mencionaban la energía orgónica. [ 17 ] Desafortunado, aunque probablemente inevitable dada la naturaleza de nuestra cultura, que el nombre de Rife haya sido asociado con un caudal sin fin de aparatos electrónicos cuestionables, cuya única conexión con Rife es que él también accionó sus aparatos con electricidad. Tal cooptación no ha sido tan efectiva al tratarse de aparatos que emplean los simples esquemas de Robert C. Beck. (Un buen amigo, investigador médico, y compañero víctima del sistema de justicia criminal de los EUA, Michael David Forrest, escribió un pequeño libro (69 páginas) -- también gratuito -- para aquellos que deseen más información sobre el tema, titulado "The Investigation of Electromedicine: An Inquiry into Effectiveness of Electromedicine Devices Against Disease; The Best Electromedicine Devices Explained & Reviewed." (La Investigación de la Electromedicina: Una Indagación de la Efectividad de los Aparatos de Electromedicina contra las Enfermedades; Los Mejores Aparatos de Electromedicina Explicados & Analizados."). Las tácticas de mano dura tampoco han evitado que los resultados de las investigaciones "salva-vidas" del Dr. Robert O. Becker o el Dr. Daniel Kirsch lleguen a manos del público. [ 18 ] Mi convicción por la electromedicina se acentuó con dos incidentes que ocurrieron en mi familia más cercana: la completa cura de mi padre de una perjudicial condición osteo-artrítica que tenía en ambas rodillas mediante el Prologue 2D, el cual compré al mayoreo cuando estuve en Moscú, y que es un aparato de biomedicina muy usado ahora por numerosos médicos Rusos. En segundo lugar, fue la cura de mi hermano Daniel, de un cáncer esofágico en Fase IV, usando equipos de Beck que él mismo modificó para su uso, a partir de un estudio del diagrama eléctrico de Beck. Bastantes personas que he conocido estos últimos años me han dicho que dada la fuerza del ocultamiento ilegítimo tan sólo de la tecnología de Beck, se han dado cuenta ellos mismos de la mayoría de los aspectos del patrón de ocultamiento . William Frederick Koch & Glyoxylide
Poco después de salir de la Prisión Federal de los EUA en Marzo de 2006,
me encontré con un señor, Mark Krissle, quien dijo estar trabajando con un
doctor en México que había perfeccionado la ciencia perdida detrás de la "terapia con
glyoxylide" del Dr. William F. Koch, un enfoque terapéutico altamente efectivo que había
"obrado milagros" en un grupo de casos de cáncer avanzado, enfoque que creí desaparecido con la
muerte del Dr. Koch.
[ 19 ]La base teórica del trabajo de Koch (no debe confundirse con el médico del Siglo XIX que desarrolló los Postulados de Koch) es bien conocida. Para los que han intentado continuar su trabajo luego de su muerte, ha sido mortificante hallar el método preciso para fabricar el glyoxyde cumpliendo con las especificaciones originales de Koch. Lo que descubrí investigando las afirmaciones de Krissle, es que la metodología está, ciertamente, intacta. Sin embargo, se la secuestra para tener fuera de peligro a aquellos que la usan y desarrollan. El grupo que ahora tiene en sus manos la tecnología de Koch está desarrollando un impresionante archivo clínico de pruebas que respalden sus futuras afirmaciones. No hacen anuncios ni publicidad de ningún tipo, y se financian con fondos muy privados. Pondrán sus métodos a disposición del público "cuando sea el tiempo adecuado". Para el novato, todo este discurso sobre tecnología superior (en salud, o cualquier otro campo) que se mantiene viva, fuera del dominio público, por un grupo secreto de entusiastas -- mejor dicho, me atrevo a decir "creyentes", podría sonar ficticio. Para los que no saben, esto rebosa de sociedades secretas, teorías de conspiración sin pruebas y/o psicosis paranoica. Pero para aquellos que tienen a la "Verdad" como fondo de la "narrativa común" de nuestra cultura esto no resulta raro ni inusual. Estos sucesos, más que cualquier cosa con la que se me haya asociado, me recuerda el camino prescrito por Morris Berman para proteger las tecnologías más preciosas de nuestra cultura, contra poderes avaros y corporativos que están determinados a destruir todo aquello que interfiera con sus planes lucrativos. Más específicamente, Berman habla sobre la necesidad de aquellos que nos sentimos "extranjeros" en nuestra propia cultura moderna, donde el postmodernismo ha traído al tapete no sólamente la negación de la verdad sino la negación del IDEAL de la verdad [ 20 ], donde ponemos nuestra vida en peligro por promulgar inconscientemente tecnologías efectivas y molestas que amenazan el modelo lucrativo del sistema, por ayudar a conservar en clandestino tecnologías útiles que saldrán a la superficie en el tiempo correcto, tal como hicieron los monjes del Siglo IV en el alba de la era Cristiana para evitar la eterna desaparición de lo más valioso de la cultura Greco-Romana. Berman llama a este camino la "opción monástica". [ 21 ] La opción monástica conlleva comprender que nuestra cultura es insostenible -- que, al igual que similares civilizaciones ávidas de recursos y sin reposición, antes que la nuestra, tiene un punto final. Conlleva comprender que la historia no es lineal. Es circular. Lo que sobrevivirá a la venidera "ekpyrosis", o como diría William Catton, esta "extinción", estará, en parte, determinado por los varios movimientos clandestinos que secuestren y protejan las tecnologías sostenibles de la Élite del presente. En 1898 el ensayista Estadounidense John Jay Chapman, escribió que "los negocios han destruido el conocimiento mismo en nosotros de todas las otras fuerzas naturales excepto los negocios" (Agitación Práctica). [ 22 ], Esta tendencia a amoldarse a todos los hechos pre-aprobados mediante la rúbrica del lucro corporativo; de marginalizar, desterrar, si no acaso destruir todo lo que no esté conforme al actual plan fascista global -- y mi tono sólo sorprenderá a quienes no entiendan que corporativismo y fascismo son sinónimos -- es lo que convierte a la opción monástica en una necesidad. Antes de que haya visto lo que pasó con el trabajo de Koch y lo que se hacía tras bastidores -- lejos del ojo inquisitivo de los espías corporativos Occidentales (particularmente, EUA; específicamente, el Gobierno de los EUA; y más específicamente, el Gobierno de los EUA actuando en nombre de sus soberanos corporativos, en este caso en nombre de la Medicina Ortodoxa) -- no tenía idea del grado en el cual este enfoque se estaba poniendo en práctica . . . naturalmente, sin querer, y sin importar el nombre, etiqueta, sistema, estructura teórica, o movimiento social formal. La Controversia de CanCell
En el 2002
Alpha Omega Labs se involucró con una compañía que fabricaba lo que se decía
eran las fórmulas más avanzadas resultantes de lo que llamo
"El Proyecto Cancell", popularizado por el libro de Louise
B. Trull.Creé una página web para publicitar el producto, su historia, cómo funcionaba, etc. Si bien comprendo la teoría tras la fórmula de Sheridan, yo mismo no tengo idea de cómo elaborarla -- como lo sé con la mayoría de los otros productos de Alpha Omega Labs. Sin embargo, incluyo este ítem a nuestro presente capítulo porque, una vez más, estamos hablando de un suplemento nutricional con un largo historial de ayuda a pacientes de cáncer, y con otras enfermedades degenerativas, donde el Gobierno, acutando en nombre de la Industria Médica, ha puesto impedimentos a sus fabricantes para discutir resultados clínicos en usuarios actuales o potenciales. Una evidencia más del "patrón de ocultamiento". Stanislaw Burzynski & Antineoplastinas
Mi esposa (Cathryn E. Caton, N.D.) y yo salimos durante 1992 antes de casarnos
en Junio del año siguiente. Hubo un periodo, de menos de un año, en el que
mi esposa mantuvo su apartamento en Houston, mientras trabajaba como
técnico de laboratorio para el famoso médico de cáncer,
Dr. Stanislaw Burzynski. Cathryn nunca trabajó EN la Clínica Burzynski, sino en el departamento de investigación y contro de calidad, con sede en instalaciones separadas. Pocos fenómenos dentro de la comunidad médica ortodoxa se consideran desagradables o incluso peligrosos como cuando un miembro de sus mismas filas sale con un enfoque simple para tratar el cáncer, que obtiene resultados superiores a lo aprobado oficialmente. No es, por lo tanto, ninguna sorpresa para cualquiera que esté familiarizado con el caso Burzynski que la comunidad ortodoxa lo haya etiquetado como curandero con credenciales falsas, siendo que la voluminosa cantidad de información que ha producido ha sido descartada por controversial, y se lo ha perseguido criminalmente para desechar su trabajo de la mente del público. Me identifico con las tribulaciones del Dr. Burzynski, en particular el intento del Gobierno de encarcelarlo de por vida por cargos ficticios de fraude (mi propio acuerdo declaratorio tenía falsos cargos de fraude por correo). A pesar del intento del Gobierno de los EUA de etiquetarlo como charlatán, el Dr. Burzynski ha alentado repetidamente a sus potenciales pacientes, o incluso tan sólo a grupos interesados, a "hacer sus propias investigaciones". Mi esposa, quien a inicios de los años 90 sí tuvo cierta comunicación con miembros de la Clínica, estaba consciente del consenso general de que el éxito para los pacientes rondaba alrededor del "60%". Tal como con las cifras que han salido de las comunidades de Hoxsey y Essiac (discutidas arriba), mi actitud es que aún SI esta cifra fuera un tanto elevada, ¿qué justificación hay para intentar señalar a un doctor y su clínica que usan un tratamiento altamente investigado, perseguirlo por cargos de fraude que los demandantes saben que no cometió, y desvirtuar esta alternativa que no es tóxica, la cual cuenta ahora con muchos cientos de pacientes/usuarios agradecidos y sanos? Nuevamente -- vemos abundantes signos de nuestro "patrón de ocultamiento". En la siguiente página, trataremos el segundo objetivo de este capítulo. Tomaremos experiencias discutidas hasta ahora y las entrelazaremos analizando el poder de la "narrativa común", vista a través del prisma de los "informantes" que han visto la Verdad tras el telón.
Capítulo 4, Sección 2 ---- >>>
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Es chocante la cooptación del conocimiento nativo Estadounidense de las artes curativas por parte de la medicina establecida -- abarcando su inclusión de un gran número de hierbas medicinales en la antigua Materia Medica, tan sólo para desechar este tesoro descubierto del conocimiento médico una vez que se desarrollaron fármacos más rentables. La documentación que respalda este fenómeno histórico es voluminosa e innegable hoy en día, pero aún en la Fundación de la República Americana, la Élite reinante no se atrevió a admitir su confianza en la "Medicina Indígena" para tratar a sus pacientes -- un hecho arraigado en el respeto que los antiguos Colonos tenían por las técnicas de sanación de los pueblos indígenas. Que los médicos de aquel tiempo ni siquieran podían ser honestos con ellos mismos se hace encima obvio en los escritos del Dr. Benjamin Rush (uno de los signatarios de la Declaración de Independencia), quien se inspiró al escribir, "No hay descubrimientos en materia médica que podamos esperar de los Indios de Norte América," porque "sería un reproche para nuestras escuelas de medicina si los médicos modernos no tuvieran más éxito que los Indios incluso en el tratamiento de sus propias enfermedades". (p.63) Tal preocupación estaba bien fundamentada, dado que fue el sistema médico que bien entrado el Siglo dieciocho aún trataba a sus pacientes con mercurio, efusión de sangre, y purgantes -- que más tarde se reemplazaron por los actuales métodos favoritos de envenenar al paciente: quimioterapia, farmacéuticos, y terapia de radiación. Quienes han tomado su tiempo para estudiar los archivos históricos comprenden que la medicina moderna era en gran parte dominio de los "barbero-cirujanos" antes de la influencia India (p.112). Es más, la farmacología moderna ha demostrado ser más que nada una perversión de la fitofarmacología aborígen.
Crítica de la Medicina
Thomas Jefferson advirtió sobre los peligros del
sistema médico y sus críticas son más válidas hoy
que cuando las expresó. Vogel destaca
que Jefferson compartió el sentimiento de muchos
en sus tiempos cuando escribió (al Dr. Caspar Wister,
entonces profesor de anatomía y cirugía en la Universidad
de Pennsylvania) cómo aborrecía los cambios en las
doctrinas médicas, "alegando que que las teorías médicas
'se suceden unas a otras como las cambiantes figuras de
una lámpara mágica. Creo que podemos afirmar con seguridad
que el grupo inexperto y presuntuoso de médicos aprendices
deja pérdidas para el mundo, destruye más vidas humanas en
un año, que todos los Robinhoods, Cartouches y Macbeaths en
un siglo. Es en esta parte de la medicina que deseo ver
una reforma, un abandono de la hipótesis por hechos sobrios,
el primer grado de valores puesto en la observación
clínica, y el más bajo en teorías visionarias." (p. 114)de Thomas Jefferson Más Válida Hoy -- ¡Y Por las Mismas Razones! Puesto de manera más sencilla, Jefferson decía "Olvidemos todo este disparate teórico. La medicina debería, ante todo, ¡tratarse de lo que funciona para el paciente!". Citando una frase de nuestros días, Jefferson era un defensor en el Siglo 18 de lo mismo que la medicina moderna combate duramente en el Siglo 21 -- esto es, evidencia clara y convincente del beneficio para el paciente sobre las alternativas que intenta ocultar. (Las opiniones de Jefferson han hecho eco en muchos intelecuales famosos Estadounidenses. Oliver Wendell Homes apuntó que el pensamiento médico Estadounidense "claramente ha tendido hacia la extravagancia en los remedios, al igual que en todo lo demás". Despreció su tendencia a la sobremedicación, añadiendo que "la naturaleza cura la mayoría de las enfermedades sin ayuda del arte farmacéutico", llamando a la medicina "un colosal sistema de autoengaño . . . ") Haciendo un paréntesis del trabajo de Vogel sólo por un momento, para aquellos que pudieran sentirse alterados por el comentario de Jefferson o que piensan que no porta validez en el actual estado de los cuidados de la salud, ofrezco mi siguiente exposición. Esta es una importante referencia porque muestra el grado en el cual la Medicina Moderna carece de compromiso alguno con lo que "se basa en la evidencia". La portada de la publicación de Mayo 29 de 2006 de Business Week anunció un artículo principal, titulado "Medical Guesswork: From heart surgery to prostate care, the medical industry knows little about which treatments really work." (Conjeturas Médicas: De la cirugía del corazón al cuidado de la próstata, la industria médica sabe poco sobre cuáles tratamientos realmente funcionan." (p. 73-79) El artículo en sí se trataba de los descubrimientos de David Eddi (Doctor en Medicina), un cardiocirujano convertido en Ph.D. en matemáticas y economista del cuidado de la salud.
"El problema es que no sabemos
lo que estamos haciendo", dijo (el Dr. Eddy).
Aún hoy, con un sistema de salud de alta tecnología
que le cuesta a la nación $2 trillones anuales,
hay poca o ninguna evidencia
de que tantos tratamientos y procedimientos
ampliamente utilizados realmente funcionen
mejor que numerosas alternativas más baratas.
Partidarios del Dr. Eddy, entre ellos de la misma industria médica, afirman que la porción de la medicina que se ha comprobado como efectiva es aún "asombrosamente pequeña -- en el rango de 20% a 30%." Business Week citó al Dr. Stephen C. Schoenbaum, vice-presidente ejecutivo del Commonwealth Fund y antiguo presidente de Harvard Pilgrim Health Care, Inc. diciendo que "No tenemos la evidencia [de que los tratamientos funcionen], y no estamos invirtiendo mucho en obtener la evidencia." Aunque el artículo enfatiza (nuevamente, citando al Dr. Eddy) que "lo que se necesita es una revolución llamada 'medicina basada en la evidencia', no es capaz de hacer un esfuerzo adicional para enfatizar lo obvio: no es posible para la Medicina Moderna volverse 'basada en la evidencia'. Predicar este mensaje demuestra una falta de entendimiento de lo que la Medicina Moderna es: una estructura organizacional dedicada a proteger las terapias y tratamientos más rentables, mientras oculta las alternativas más efectivas, menos rentables. La Medicina Moderna tuvo, desde sus comienzos, dicho 'modus operandi' incrustado en los propios tejidos de su ser. Cambiar en dirección de la "medicina basada en la evidencia" destruiría los propios medios que financian las ventajas competitivas de la Medicina Ortodoxa. El Dr. Eddy entiende lo que está mal con la medicina (hasta este límite), pero se equivoca al no comprender la dinámica económica y política que es la piedra angular de la industria donde trabaja. Para llegar a comprenderlo, él debería estar dispuesto a colocarse fuera de la "narrativa común" de su industria. No lo puede hacer. Es un respetado doctor. Y los doctores respetados -- de nuevo -- son renuentes a cuestionar un sistema que es la fuente misma de su respetabilidad. Lo que hace que valga la pena investigar la yuxtaposición de los comentarios de Jefferson y las conclusiones de Eddy, es hasta qué punto uno puede investigar qué hay de malo con la medicina, hasta qué punto se puede plantear que ellos sí entienden el problema -- y al mismo tiempo no ver que este defecto es incorregible. Y porqué. Desde inicios de los años 80, el Dr. David Eddy ha estado usando este término (medicina basada en la evidencia), y el suyo es un peregrinaje extraordinario, profesional, para llegar a muchas de las mismas conclusiones a las que yo llegué sin trabajar dentro de la medicina ortodoxa. Eddy viene de una familia de cuatro generaciones de doctores. Fue a la escuela de medicina en los años 70; "escogí cirugía cardíaca," admite, "porque era . . . el campo de glamour." Cuenta la historia de hacer preguntas como una historia joven -- preguntas como qué evidencia existía de que ciertos tratamientos realmente funcionaban. Aquello, a su vez, lo llevó por un camino donde descubrió que la mayoría de los tratamientos se basaban en "reglas y tradiciones", y no en evidencia científica. No contento aún con estos tempranos descubrimientos, Eddy decidió usar matemáticas y estadísitica avanzadas para ayudar a tomar decisiones de tratamiento más confiables y "ayudar a traer lógica y racionalidad al sistema médico." Regresó a Stanford para obtener un Ph.D. en un programa de doctorado matemáticamente intenso en el Departamento de Sistemas de Ingeniería y Economía. Mientras cursaba su Ph.D. en matemáticas, Eddy obtuvo un trabajo en el legendario Palo Alto Research Center de Xerox Corp, donde creó un programa para modelar la detección del cáncer. Su tesis doctoral en 1980 ocupó titulares en los periódicos. ¿Las conclusiones? Que los rayos X pectorales anuales y los papanicolaus anuales (para las mujeres) eran un desperdicio de dinero. (Nuevamente, se salta el punto principal. No son un desperdicio de dinero para la gente interesada: aquellos en el campo médico que los administran.) Continuando con nuestra historia de desconexión racional, Eddy ganó el más prestigioso premio en el campo de la investigación en operaciones, el premio Frederick W. Lanchester (ocasionando que la American Cancer Society altere ligeramente sus lineamientos). Más tarde fue designado profesor a tiempo completo en Stanford, seguido de la designación como presidente del Center of Health Policy Research & Education (Centro de Investigación en Política de la Salud y Educación) en Duke University. Durante los últimos 26 años él ha -- repetidamente, apasionadamente, persuasivamente, y sobre un amplio rango de enfermedades, mostrado que la medicina -- con mucha frecuencia -- actúa no de acuerdo con lo que es mejor para el paciente, sino con lo que es mejor para aquellos que proveen el tratamiento. Pero, una vez más, no puede confrontar lo obvio. No puede fisurar la propia piedra angular de la medicina moderna: que nace de la explotación, de asimetrías políticas y económicas entre doctores y pacientes, del oportunismo monopolístico y de mercados cautivos, del cobrador de impuestos y la víctima. Si la opinión de Eddy fuera aceptada por la medicina ortodoxa, seguramente caería bajo el peso de su propia e inherente inhabilidad para ofrecer lo que mejor convenga al interés de la salud del público. La medicina moderna es, por lo tanto, no-reformable; porque la extinción de los circuitos de retroalimentación es parte misma del tejido de su existencia. Si alguna vez fuera "basada en la evidencia", no sería la medicina convencional tal como la conocemos. Sería una entidad que apenas reconoceríamos. Estas son líneas que el Dr. Eddy simplemente no puede cruzar. Así escribió el Dr. Charles Brusch, el médico personal del Presidente John F. Kennedy -- pero igual él fue sólo uno de muchos miles de pacientes que afirmaron que Essiac curó su cáncer. Esto debería tomar a pocos por sorpresa. Sus ingredientes principales muestran una remarcable similitud a lo de Hoxsey [en el caso de Essiac, es bardana (Arctium lappa), acederilla (Acetosella vulgaris), ruibarbo turco (Rheum palmatum), y olmo resbaladizo (Ulmus fulva), p. 45-54] en términos de sus fundamentales nutrientes con base botánica. La enfermera Caisse, la enfermera Canadiense que tomó esta antigua fórmula India Ojibwa y la hizo popular, afirmó una tasa de éxito de cerca del 80% -- misma figura usada por la enfermera Mildred Nelson, que operó la clínica "Hoxsey" en México por muchos años. Si las tasas reales de éxito fueran siquiera la mitad de esto y una masa crítica de pacientes en Occidente estuviera consciente de sus beneficios por sobre las tétricas tasas de terapias convencionales, altamente costosas, causaría el colapso de un enorme sector dentro de la industria billonaria del "cuidado de la enfermedad" a lo largo y ancho del Primer Mundo. Los gobiernos de este Mundo que están comprometidos con estos poderosos intereses han construido entonces comunicaciones políticas, económicas, educativas y de masa dentro de la sociedad para asegurarse de que esto no suceda. Así, los "campos de matanza" médicos siguen sin disminuir. ¿Acaso la respuesta tiene algo que ver con el hecho de que, si se descubriera que ciertos regímenes nutricionales existentes son efectivos en el tratamiento del cáncer, y una masa crítica de la ciudadanía lo descubriera, podría devenir el colapso económico de todo un sistema de salud trillonario? Aunque el letril y otras formas de terapia de Vitamina B17 no funcionan para un número sustancial de pacientes de cáncer, sí hay suficiente beneficio como para exhortar a un número bastante grande de pacientes a tomar esta opción. Aún si un paciente entre diez obtiene alivio, el Público debería ser puesto al tanto. De hecho, Jason Vale documentó un porcentaje mucho mayor. ¿La respuesta de la comunidad médica y los gángsters que hacen sus apuestas a la Food & Drug Administration? ¡Mandarlo a prisión! Recomiendo este libro porque incluye un compendio rápido e histórico de la vida y obra de Reich, la cual terminó en la Penitenciería Federal de Lewisburg, donde "murió en 1957. Su muerte en prisión ocurrió dos semanas antes de la fecha de su libertad condicional, tiempo donde él esperaba con ilusión y felicidad su libertad, y una vida en Suiza con su nueva esposa." (p. 7). James T. Kimball documenta tortura y asesinatos en el sistema penal Federal, y con base en lo que yo mismo vi en Beaumont, no tengo duda de que selectos presidiarios están en la mira para ser exterminados. Aunque hace fue hace casi 50 años, es fácil ver que, con el poco cambio habido, no hay razón para creer que no exista una alta probabilidad de que Wilhelm Reich no fuera sujeto del más alto nivel de ocultamiento. Fue asesinado. Un buen ejemplo de ésto es la edición de 1996 de Mark L. Gallert (M.D., M.Sc.), titulada New Light on Therapeutic Energies (Nuevas Luces en Energías Terapéuticas). Una de las historias más asombrosas en este trabajo, que no la había visto bien documentada en ninguna otra parte, se refería a Dinshah Ghadiali y su uso de la Cromo-Terapia. Quienes están familiarizados con la terapia del color conocen muy bien sus propiedades curativas, las cuales, en la era modera fueron popularizadas primero en 1877 con la publicación de Blue and Red Light, or Light and Its Rays as Medicine (Luz Azul y Roja, o Luz y Sus Rayos como Medicina). Pero fue Ghadiali quien acopiló décadas de investigación en terapia de la luz y publicó -- en tres volúmenes, nada menos -- su Spectro-Chrome-Metry Encyclopedia (Enciclopedia de la Espectro-Cromo-Metría) en 1933, ahora en edición agotada y extremadamente escasa. Dinshah enseñó la terapia del color a miles, incluyendo muchos doctores, y desarrolló varios tipos de equipos de lámparas de color sobre los que obtuvo patentes estadounidenses. A la medicina moderna no le importa utilizar secciones de la escala Electromagnética por encima y por debajo de la luz visible para quemar e irraidar a sus pacientes a un alto costo, pero no permitirá que el público se eduque sobre la muy económica manera en que los rayos de luz VISIBLE y no-tóxicos se pueden usar para sanar. La razón más grande para hacer ocultar el trabajo de Ghadiali, sin embargo, fueron las devastadoras implicaciones de sus conclusiones. Todos los colores visibles tienen una tasa vibratoria en el rango de 436 a 731 trillones de oscilaciones por segundo. Todos los elementos (incluyendo, obviamente, aquellos que conforman el cuerpo humano) tienen líneas espectrales dentro de ese rango, igualmente. Ghadiali logró mostrar que es preferible aplicar los rayos de color representativos de los químicos en lugar de tratar con los químicos o elementos propiamente dichos en su forma farmacéutica. Sus argumentos fueron bien analizados y convincentes: "Miles de drogas se usan en la práctica médica. ¿Es sabio echar tantas en el cuerpo humano aunque no estén incluidas en la composición natural del cuerpo? . . . Por ejemplo, no hay cantidad perceptible de mercurio en la composición humana, y sin embargo los doctores administran en grandes cantidades este veneno para la sífilis y otras enfermedades [editor: desde los tiempos de Ghadiali, el mercurio ha sido principalmente restringido en la amalgama usada por los dentistas] . . . La medicina ignora en gran escala, la química fundamental del cuerpo humano -- vertiendo en él muchas drogas que contienen compuestos que no se encuentran en el cuerpo, o en cantidades muy por arriba de su proporción natural en el cuerpo. Ningún repuesto, que no esté hecho para el funcionamiento de una máquina, puede serle ensamblado sin alterar su ritmo. Los químicos son fuerzas vivientes; sus átomos tienen atracciones y repulsiones, y aventurarse a introducir metales inorgánicos fortuitos en una maquinaria orgánica, es como alimentar a un bebé con clavos de acero para hacerlo más fuerte." Con un puñetazo mancomunado, exponiendo las grietas en las bases mismas de la farmacología moderna, junto con un enfoque terapéutico barato que trate efectivamente una multitud de enfermedades, la Élite médica se aseguró de que Ghadiali sea relegado al basurero de la historia . . . |