stando en prisión en Beaumont, de casualidad conocí a un Indio Nativo de México. Era de la tribu
Carro que vive en la Sierra Occidental donde se juntan los estados de Nayarit y Jalisco. Él
describía el sitio como bastante indígena -- donde los Federales Mexicanos preferían no pasearse
por ahí. (Mientras me lo decía trazó con la punta de su índice de un lado hasta el otro de su
garganta). "La tierra no es de ellos. Es nuestra".
Para ese tiempo, yo hablaba poco Español, y mi amigo Carro no hablaba Inglés -- (sólo su lengua
indígena, primeramente; y en segundo lugar, Español).
Cuando traje a colación el tema de la medicina nativa, "Juan" siempre fue categórico sobre cualquier
tratamiento dado. Conocía la planta, insecto, o en el caso de mordeduras mortales de serpiente,
el excremento, que se usaba, el protocolo, contraindicaciones -- sin mencionar abundantes relatos
de casos anecdóticos.
"¿Eres doctor . . . o shaman?", pregunté, bien al inicio de nuestra relación.
"No", contestó. "Hay
muchos en mi tribu que saben estas cosas".
"¿Y qué hacen si necesitan los servicios de un doctor blanco?" Pregunté después.
"A no ser por accidentes traumáticos, casi nunca pasa", replicó. "Nuestra medicina funciona mejor".
Una de las cosas más remarcables de vivir en un lugar como Ecuador -- donde los métodos indígenas
no han sido exterminados por completo, y de muchas maneras se los atesora, es que se puede ver
-- en directo -- los efectos de los auténticos shamanes. La gente común tiene acceso al conocimiento
de su medioambiente lo suficiente para mantener una buena salud básica, pero hay un nivel por encima
de eso, que busca mantener no sólo el bienestar físico de los miembros de la tribu, sino también
el bienestar psicológico, emocional y espiritual. El shaman practica su oficio abiertamente -- usando
amuletos, hierbas, encantos, etc. Sin secretos. Sin medicinas patentadas. El auténtico shaman ni
siquiera cobra por sus servicios ... pero, por lo que he observado en la Amazonía, vive en gran
parte de las donaciones voluntarias que su prójimo -- (la palabra "paciente" aquí no calza) --
le proporcione.
Este es el rol del shaman, que todo lo abarca.
Hay que buscarlos, por supuesto -- porque ninguno de los shamanes efectivos que he conocido están
entregados al servicio de los turistas. De hecho, hoy en día, es común encontrar charlatanes entre
aquellos que dicen ser shamanes. Común, sí . . . pero existen los "auténticos y verídicos" para
aquellos que busquen con sinceridad, un corazón puro, y una mente abierta.
En uno de los libros de John Perkins, expone su narración como testigo ocular de un shaman Otavaleño
de 103 años y sus milagrosos poderes de curación. Incluso registra su experiencia observando alguien
que fue regresado de la muerte.
[
5]
He visto auténticos shamanes en acción, y puedo certificar audazmente sus habilidades de sanación.
No hay sistemas de reciente desarrollo. Para hablar a los shamanes de Sudamérica sobre sus tradiciones,
ellos dirán que ellos
son la más pura y moderna representación de la medicina
antigua. Son los verdaderos representantes de antiguos sistemas de curación que son nuestro derecho
al nacer -- derechos de nacimiento que, creo yo, fueron desamparados con el ocurrido despliegue
de nuestro actual SOCG.
He leído los relatos antisépticos y esterilizados de la paleopatología y paleomedicina, los que intentan
tomar las historias de la medicina antigua, pasarlas a través de la rúbrica de la ciencia moderna,
y producir una inútil historia de práctica médica que es una imitación barata. [
6]
Podría dar más crédito a las historias ortodoxas si no hubiera sido testigo de intentos tan chocantes
de ocultar la verdad científica en mi propia época.
Soy una persona que vive y respira. También lo son mis asociados. Hemos trabajado con miles de
personas y curado enfermedades -- principalmente cáncer -- que los doctores ortodoxos habían
declarado sin esperanzas. Si el sistema ortodoxo puede hacer un trabajo tan efectivo para apachurrar
lo que sé . . . si pueden ocultar una cura efectiva para el cáncer que fue activamente PUBLICADA
como tal en 1858, ¿qué poder tienen sobre las culturas, pueblos, y sitios arqueológicos que
desaparecieron hace miles de años? Al menos tengo cierta limitada habilidad para hablar y escribir.
Puedo hablarle a la gente. Puedo fotografiar resultados y reproducir miles de testimonios. ¿Qué
poder, en esta "tierra de los vivos" tienen las culturas antiguas -- aparte de sus descendientes
en la comunidad shamánica -- donde ninguna está presente, quién puede saber por completo lo que ellos
sabían y representar su conocimiento como algo relevante en nuestros tiempos?
Abro este capítulo narrando mi experiencia simplemente porque si nos basamos sólo en historias
estrictamente ortodoxas -- y, por ahora, yo asumiría que la mayoría de mis lectores han notado mi
propensión hacia el soporte bibliográfico -- tenemos que tomar en cuenta el sesgo que todas las
fuentes modernas y autoritarias han construido dentro de su actividad de cuenta-cuentos -- porque, como
vimos en los dos últimos capítulos, nuestros relatos históricos rebosan de niveles abrumadores de
disparate. Después de todo, a ningún relato histórico "respetable" se le permite desplazarse lejos
de la absorbente fuerza centrípeta de la narrativa común.
En serio, no nos hemos desviado mucho del retrato de Hobbes de las vidas de los pueblos primitivos
como "sucia, brutal, y corta". Y sin embargo, contrario a la manera en que son retratados
los pueblos indígenas -- en cualquier aspecto de sus vidas, incluyendo el cuidado de la salud -- siempre
me impacta lo relativamente "satisfechos" que están. Me recuerda al famoso comentario de Richard
Weaver, en la mejor obra conocida de su trilogía:
" . . . el hombre moderno no ha definido la manera en que vive . . . (así que) se inicia él mismo
en una serie sin fin al comenzar la lucha por una vida 'adecuada'.
Una de las más extrañas
disparidades de la historia reside entre el sentido de abundancia que sentían las sociedades
más antiguas y simples y el sentido de escasez que sienten las sociedades ostensiblemente más ricas
de hoy. Charles Pèguy se ha referido al sentimiento del hombre moderno de 'lenta estrangulación
económica', su sentido de nunca tener lo suficiente para satisfacer las necesidades que su patrón
de vida le impone. Estándares de consumo que no puede cumplir, y que no necesita cumplir, vienen
virtualmente disfrazados de obligación. A medida que la abundancia en la vida simple se reemplaza
por la escasez de la vida compleja, parece que de cierta manera aún no explicada, hemos formalizado
la prosperidad a un punto en que para casi todos es sólo un invento de la imaginación . . . "
[
7]
La mayoría de los trabajos que he leído sobre la historia de la medicina -- y doy cuenta de más
de una docena -- se pueden dividir en dos secciones: medicina primitiva y medicina "civilizada".
El primer o dos primeros capítulos están dedicados a lo primitivo -- paleomedicina, paleopatología,
talvez algún espacio para la etnobotánica antigua, etc. Todo el resto va sobre el "desarrollo
civilizado".
[
8]
Se hace un gran esfuerzo por construir una historia lineal, lisa -- de manera que el tiempo, el
progreso y los alcances científicos estén superpuestos en perfecta conjunción. No sorprende que
este enfoque parezca universal -- después de todo, utiliza el mito del progreso lineal y sin fin
en nuestros tiempos que fue puesto en marcha por Francis Bacon, refinado con las contribuciones
de Descartes y Newton, y sellado con los principios evolucionarios de Darwin y los comentarios de
Herbert Spencer.
[
9]
Nadie cuestiona esto porque tales son las evolucionadas reglas del juego -- o, nuevamente, como
anota Kuhn, los científicos en cualquier era (y, aparentemente, aquellos que escriben sobre ellas)
juegan su oficio como un jugador de ajedrez. Se les permite construir un sinfín de estrategias para
ganar el juego siempre y cuando no cuestionen las reglas fundamentales del juego.
[
10]
Contenido en este enfoque, sin embargo, está un enorme engaño. Al medir el avance científico a través
de la cronología, los antiguos sistemas de cuidado de la salud humana -- aquellos que son, sí, los
más simples, pero también los más probados a través del tiempo, los más empleados como resultado de
la observación empírica -- son involuntariamente castigados como elementales y desmerecedores de
seria consideración por parte de la mente moderna. Dicho prejuicio está incrustado en la etimología
de las mismísimas palabras que se usan -- "primitivo" que significa "primer nacido" (L. "primitivus")
y "civilizado" que se refiera a los ciudadanos urbanos (L. "civilis"), al contrario de soldados,
extanjeros, y . . . como si necesitara repetirse, salvajes.
Lo que se pasa por algo es la homogeneidad y la chocante eficacia de los sistemas antiguos, algunos
de los cuales yo mismo he utilizado -- adquiriéndolos, como lo he hecho, como resultado primeramente
de viajar a, y luego vivir a gran proximidad de, el trópico húmedo Amazónico -- hogar de más de
80,000 especies de vida vegetal. Aquí, uno encuentra shamanes que han usado los mismísimos métodos,
fórmulas y prácticas efectivas durante incontables generaciones. Ahí está la diferencia real. La
mente moderna de inmediato se asombra con esta aparente disonancia. Después de todo, ¿cómo podría
ser efectiva la medicina a menos que haya progresado? ¡
Tiene que progresar! Después de todo,
no se puede alcanzar la excelencia en ningún campo si no hay progreso, ¿o sí? No se puede progresar
si no hay cambio. Pero entonces no se puede aceptar el cambio como un componente crítico del
progreso sin el inconsciente rechazo a aceptar veracidades universales.
(Tal visión del mundo consistentemente pasa por alto lo obvio en toda la Naturaleza. La
cura natural es instintiva en formas de vida más avanzadas. Even Garrison, un abierto crítico de la
medicina primitiva en su propio tratado, anotó que "un perro lame sus heridas, se esconde en zanjas
si está enfermo o herido, cojea en tres patas si está lisiado, trata de destruír los parásitos de
su cuerpo, se ejercita, se estira, y se calienta bajo el sol, asume una postura definida al dormir,
y busca ciertas hierbas y pastos cuando está enfermo". Se necesita un "temperamento moderno" para no
ver que la medicina primitiva sigue las mismas líneas que otros mamíferos similares han estado
siguiendo, con sorprendente éxito, por millones de años -- sin cambiar. Cuando Garrison continúa,
citando a John Burroughs, no logra captar el sentido completo de su observación. "El hombre ha
escalado de ser una forma animal más baja, pero ha, por decir, jalado la escalera después de él".)
[
10b]
Es un hecho innegable que la mente moderna está en discordia con la noción -- de nuevo, tomando
prestado a Weaver, de que "las cosas que más valen no se ven afectadas por el paso del tiempo". Tan
reciente como la edad que precedió a la Iluminación, todavía se pensaba en el poseedor del aprendizaje
más alto como el "doctor filosófico". Un individuo así "estaba en el centro de las cosas porque
había dominado los principios. A un nivel mucho más bajo estaban los que habían adquirido sólamente
hechos y habilidades. Fue el abandono de la metafísica y la teología lo que menoscabó la posición
del doctor filosófico, una posición remarcablemente parecida a la prescrita por Platón para el
rey-filósofo. Porque el doctor filosófico estaba a cargo de la síntesis general. La aseveración de
que la filosofía es la reina de los estudios significaba más para él que una figura retórica; el
conocimiento de los temas más importantes confería el derecho a decidir los asuntos más importantes."
[
11]
Así es en el mundo de los shamanes practicantes, cuyas prácticas y conceptos son impactantemente
similares alrededor del mundo.
[
12]
A pesar de su número decreciente y la manera en la que su mundo ha sido diluído y envenenado
por la intrusión y dominante influencia de la estrategia ganadora de nuestro SOCG, vemos en los
auténticos practicantes el florecimiento del rey-filósofo -- un concepto político de Platón, pero
viviente realidad para aquellas comunidades indígenas que aún no han perdido su camino en la
torrencial corriente de la modernidad. Más importante aún, vemos una especie de integridad que es
casi incomprensible para la mente moderna -- cuyos más objetivos antropólogos han intentado
definir al shaman que cura con una variedad de términos especializados, funciones, y las
correspondientes ocupaciones etiquetadas: una combinación de doctor, farmacólogo, psicoterapeuta,
sociólogo, filósofo, abogado, astrólogo, sacerdote, y creador del orden tribal.
[
13]
La ciencia moderna no puede ver al shaman en su integridad, porque su mismo acto de observar e
interpretar
lo que él es requiere que el estudio en sí sea filtrado a través del
filtro psicótico y fragmentado que nace de un mundo genéticamente alterado y artificial que
llamamos Civilización Moderna. Esto, en cambio, es nada más que nuestro SOCG llevado hacia 200
o 250 generaciones (como si importara un número exacto), y observar el manifiesto resultado de
la estrategia (i.e. sub-cultura) ganadora (i.e. dominante).
Esta no es una excoriación crítica de la "repartición del trabajo". Incluso los pueblos indígenas
más pequeños ejercen la repartición del trabajo. Es la inevitable denotación de la "repartición
de la mente" -- enraizada en términos artificiales que llevan a un mundo artificial que está en
guerra con la Naturaleza que le dio nacimiento. Es una visión del mundo que es una precoz
manifestación de la avaricia y egoísmo en el corazón de las líneas iniciales de nuestro SOCG.
Es la base para nuestra experiencia de "la mente bicameral".
[
14]
Es el cimiento de un sistema médico moderno que crea más enfermedad de la que podrá jamás erradicar
-- ¿y cómo podría ser de otra forma? -- si la enfermedad es la manifestación de la maladaptación,
y la civilización moderna (i.e. la actual estrategia ganadora) está inherentemente maladaptada
a la Naturaleza, ¿qué otra cosa deberíamos esperar? Es la base para
la comparación de Seattle
de nuestra estrategia ganadora (i.e. el hombre blanco) con una "serpiente que se come su propia
cola para vivir. Y la cola es cada vez más y más corta". (El hombre moderno parece sorprendido de
que la serpiente se acerca rápidamente al consumo de su propia cola . . . Los pueblos indígenas
no lo están).
Vemos cómo esta "repartición de la mente" tiene que -- por su naturaleza misma -- a fin de cuentas
glorificar aquellos sistemas de cuidado de la salud que dan preferencia a la bifuración: hacer
la mayor cantidad de dinero (i.e. energía -- el poder de "hacer" en el mundo físico) para aquellos
que estén más comprometidos con el lado Luciferiano, fragmentado, de la mente bicameral, mientras
que simultáneamente hacen lo que sea necesario para ocultar la salud integral.
Hasta hace poco, la visión "civilizada" unánime del practicante común de la medicina "primitiva",
como lo representa el shaman, era que todo el conjunto era "neurótico, epiléptico, psicótico,
histérico, o esquizofrénico". Tal es nuestra visión moderna de un practicante que cura a sus
"pacientes" a través del conocimiento y comprensión de la no-localidad obtenida a través de
"estados alterados" -- esquivando la ayuda y asistencia de un PDR (Vademécum de los médicos
estadounidenses) producido y financiado por las corporaciones.
[
15]
La visión común de los antropólogos está de lo mejor resumida por George Devereux, una autoridad
en la materia, "En resumen, no hay razón ni excusa para no considerar al shaman como un neurótico
severo e incluso psicópata. Además, el shamanismo es a menudo también distónico de la cultura . . .
dicho en pocas palabras, sostenemos que el shaman es un enfermo mental".
[
16]
En las últimas cuatro décadas han surgido descripciones y retratos menos peyorativos del shamán,
pero como anota Narby, "la dificultad para comprender al 'shamanismo' no reside tanto en el
concepto mismo sino en la contemplación de aquellos que lo usan. El análisis académico del
shamanismo siempre será un estudio racional de lo irracional -- en otras palabras, una propuesta
contradictoria en sí misma o un callejón sin salida".
[
17]
Incluso aunque los poderes del shamanismo estén confirmados por los estudios de otras disciplinas,
los académicos modernos no hacen la conexión. Recuerdo una frase de Russel Targ, uno de los
celebrados creadores de la 'Visión a Distancia' (Remote Viewing), que tenía el apoyo original de
la CIA (Central Intelligence Agency) de los EUA. Discute en cierto grado los "asombrosos" avances
en "diagnóstico médico intuitivo" y "cura a distancia" que son ahora vástagos de este fenómeno
psíquico extensamente investigado. Su obra -- y a las que hace referencia en su libro -- poco
hace por dejar en claro que estos modernos descubrimientos científicos no son más que la
reestructuración de un puñado de técnicas shamánicas que han sido de práctica común durante
incalculables miles de años.
[
18]
Esto, en cambio, no es más que un subconjunto de un patrón mayor de negación en el cual la
tecnología moderna bosqueja vitalidad, creatividad, y sustento a partir de "lo primitivo", sólo para denigrarlo
o ignorarlo a cambio. "Setenta y cuantro por ciento (74%) de los remedios de origen vegetal de la
farmacopea
moderna fueron primero descubiertos por las sociedades 'tradicionales' --
(y sin embargo), sólo el dos por ciento (2%) de todas las especies de plantas han
sido sometidas a extensas pruebas de laboratorio, y la gran mayoría del 98% restante están en las
selvas tropicales -- la Amazonía, ella sola, aloja la mitad de todas las especies vegetales de la
Tierra -- [mucha de la cual ha sido diezmada durante el último siglo para dar lugar a más tierra
para el ganado y el cultivo monocultural de alimentos]."
Este modo de pensar no es nada reciente. La primera
Materia Medica Americana, publicada
en Latín en 1787, fue obra del Dr. Johann David Schˆpf. Vino a Estados Unidos en calidad de doctor
con las tropas Alemanas en el servicio Británico durante la Guerra de la Independencia.
Posteriormente se quedó para catalogar más de 400 plantas medicinales y sustancias terapéuticas.
Un examen cercano de Materia Medica Americana revela que la primera farmacopea de Estados unidos fue
una
materia medica aborígen. En lugar de acreditarla como la fuente de esta generosidad
médica, Schˆpf lo usa para criticar la fuente misma que es la base de su obra: "(En cuanto a los
remedios indígenas) No veo razón para esperar nada extraordinario o importante, y estoy casi seguro
de que con el paso del tiempo nada saldrá a la luz".
[
19]
El autor de la primera
materia medica de Estados Unidos deja a sus lectores con la absurda
noción de que probablemente él concibió toda esta información por sí solo.
Los objetivos sociales, políticos y financieros detrás de dicha denigración, autoría robada,
y potencialidades ignoradas no lo han sido sin transparencia -- "(porque sólo) después de que
hayamos derrotado y sacado a los hombres de la medicina de sus trincheras y que los hayamos
hecho el objeto del ridículo (podrán los hombres blancos) esperar doblegar y entrenar la mente
de nuestros prisioneros Indígenas en la dirección de la civilización". Con este ataque salvaje a
los sistemas indígenas de sanación, no llama la atención que ya por 1850, Henry David Thoreau
haya escrito, citando a un "Indígena viejo y sabio", que "la presente generación de Indios ha
perdido una gran cantidad" [de conocimiento de la práctica médica].
[
20]
Declarar la guerra en el mundo natural es la única forma en la cual la modernidad posiblemente habría
podido alcanzar la victoria sobre sub-culturas que no poseían la "estrategia ganadora" bajo el
actual SOCG. Cómo podían las sub-culturas, particularmente en el area de la medicina, resistir cuando
exhibían "disposición general para producir, sin nada a cambio, sus múltiples raíces, cortezas e
hierbas para el (alivio) de aquellos que necesitaban ayuda . . . al menos no muestran ninguna
visión egoísta y mercenaria las cuales son los móviles más comunes entre los no menos numerosos
usureros-del-misterio- de las naciones más civilizadas e iluminadas".
[
21]
Para ver esta evolución con más claridad, tenemos que regresar a sus primeras líneas de código.
Sostengo que las primeras líneas del código de nuestro actual SOCG -- manteniendo como lo hacen,
una rigidez en la separación entre "Yo" y "no Yo"; "mío" versus "no mío"; y ejecutando actos que
benefician al "mí" en lugar de al "no mí", se lo puede usar para explicar la historia de cualquier
faceta de nuestra era civilizacional actual -- en este caso, la medicina. Agotada con el paso de
cientos de generaciones, nuestro "autómata celular" produce un "hombre moderno (que) sufre de
una severa fragmentación de su visión del mundo. Esta fragmentación lleva directamente a una
obsesión con partes aisladas".
[
22]
En medicina, el primer paso en el camino de separarse uno mismo del resto de la Creación se
manifestaría ella misma en el cúmulo de conocimientos ("conocimiento autorizado" versus "conocimiento
no autorizado"), la creación de una casta médica (mi uso autoritario de ese conocimiento versus
esos incapaces de actuar si él), el desarrollo de escuelas para entrenar selectos candidatos
elegibles para ser admitidos en la casta (para separar a los iniciados versus los no iniciados), y
la creación de un sistema de práctica que favorece al adinerado versus una base de pacientes
empobrecidos). El yo bifurcado produce entonces una expresión bifurcada en el cuidado de la salud.
Ya que la buena salud es de vital interés para cualquier individuo en cualquier sociedad,
resulta lógico que aquellos con cierta inclinación a trabajar en el área de la medicina
encontraría un campo abundante en el cual ayudar al SOCG a que se exprese él mismo.
Así pues el doctor pasa a ser el que tiene el conocimiento. Su paciente, el que no lo tiene.
El doctor, maestro; el paciente, estudiante. La opinión del doctor, una expresión de autoridad;
la opinión del paciente, una expresión de ignorancia. El doctor, quien cobra por lo que es "mío";
su paciente, la parte pagadora que representa lo que es "no mío". La relación no es y no puede
ser unilateral. Es asimétrica, porque el SOCG no se puede expresar a sí mismo si el doctor actúa
en nombre de lo que es mejor para el paciente. Forzado al punto de colisión del SOCG, el doctor
se convierte en torturador y el paciente es la víctima.
La medicina ahora tiene que existir para beneficiarse ella misma -- representada por sus sumos
sacerdotes. Incluso el conocimiento esencial sobre el cual se apoyan los sumos sacerdotes de la
medicina está torcido para confirmar las "reglas del juego" provistas por el SOCG. "El amor
excesivo hacia uno mismo es en realidad la fuente de cada hombre para todas las ofensas; porque
el que ama está ciego con respecto a lo amado, de manera que juzga erróneamente lo justo, lo bueno,
y lo honorable, y piensa que debe siempre preferir su propio interés por sobre la verdad".
[
23]
Si las líneas de código que escogimos para el SOCG son correctas, deberíamos ver un movimiento
esencial consistente, creciente en esta dirección con el paso del tiempo -- durante los últimos
seis, ocho, o diezmil años desde que se lo puso en marcha por primera vez.
Y usando la información proporcionada por la misma historia convencional -- por egoísta que sea --
no debería sorprender a nadie que al dejar a un lado la medicina primitiva por sus variantes
"civilizadas", sea eso precisamente lo que vemos.
- Jerry Mander,
In the Absence
of the Sacred (En Ausencia de lo Sagrado), p. 230.
- Stephen Wolfram,
A New Kind of Science
(Un Nuevo Tipo de Ciencia),
p. 110.
- Dr. Erwin H. Ackernecht,
A Short History of
Medicine (Una Corta Historia de la Medicina), p. 10.
- Richard M. Weaver,
Ideas Have Consequences
(Las Ideas Tienen Consecuencias),
p. 52-53.
- John Perkins,
The World is as You Dream It
(El Mundo Es Como Usted lo Sueñe).
p. 88-95. Sobre el poder shamánico de regresar a la gente de la muerte: 71-74.
- Lois N. Magner,
A History of Medicine
(Una Historia de la Medicina),
p. 1-13.
Ejemplos abundan . . . así que escogeré sólo uno: Magner cierra su capítulo introductorio sobre
la medicina antigua con lo siguiente (extracto):
"deberíamos recordarnos que los ingredientes de muchos remedios naturales son tan exóticos,
nauseabundos o tóxicos, que era más posible que las prescripciones ahuyentaran a la gente de sus
enfermedades en lugar de curarlas. Al ponerlos frente a la opción de consumir 'cebollas y bichos negros
hervidos', o declarar culpable a la buena salud, muchos pacientes marginalmente enfermos
deben haber escogido la última opción . . . (los) vestigios de estas acciones permanecen en los
"cuentos de viejas" contados por gente demasiado sofisticada para creer en dichas historias más de lo
que temerían a un espejo roto o al Viernes trece".
- Weaver,
Ideas, p. 14-15.
- Sahlins,
Evolution and Culture
(Evolución y Cultura), p. 36.
Al ver el estudio de las culturas integrado en la mente Darwinista, él anota, "El subsistema social
de culturas es especialmente ilustrativo del progreso en la organización, y a menudo se usa para
constatar la situación evolucionaria general. La división tradicional y fundamental de la cultura
en dos grandes fases, primitiva y civilizada, usualmente se reconoce como una distinción social:
la emergencia de un medio especial de integración, el estado, separa la civilización de la
sociedad primitiva organizada por el parentesco".
- Rifkin,
Entropy
(Entropía), p. 19-29.
- Kuhn,
The Structure of
Scientific Revolutions (La Estructura de las Revoluciones Científicas), p. 144-145
--- 10b --- Ver la obra de Garrison
History of Medicine
(Historia de la Medicina), p. 19.
- Weaver,
Ideas, p. 53.
- Eliade, Mircea,
Shamanism:
Archaic Techniques of Ecstasy (Shamanismo: Técnicas Arcaicas de Éxtasis), p. 50
- Narby, Jeremy,
The
Cosmic Serpent: DNA and the Origins of Knowledge (La Serpiente Cósmica: ADN y los Orígenes del
Conocimiento),
p. 14-17.
- Jaynes, Julian,
The Origin
of Consciousness in the Breakdown of the Bicameral Mind (El Orígen de la Conciencia y el Colapso
de la Mente Bicameral), p. 84-99.
Podría hacer un capítulo entero sobre las modificaciones que propongo a la obra de Jaynes, pero es
suficiente decir, para propósitos de mantenernos dentro de los confines del tema de este capítulo,
que la "parte ejecutiva" y la "parte seguidora" de Jayne -- los componentes de la "mente bicameral"
-- están, en mi opinión, enraizadas en la bifurcación de esa parte de nosotros que busca la unidad
con el Todo, y la parte secuestrada y fragmentada de nosotros que es el meme universal creado por
nuestro actual SOCG. Usando un lenguaje con el que los Cristianos están acostumbrados, familiarizados,
y cómodos, podríamos llamarlo el Alto y el Bajo Yo. Usando un lenguaje con el cual la psiquiatría
está familiarizada, podríamos llamarlo el Super Ego y el Ego.
- Narby,
The Cosmic Serpent
(La Serpiente Cósmica),
p. 15. Con cuatro citas bibliográficas de apoyo, p. 167.
- Ibid., p. 15. Abundan los radioreportajes sobre el estado enfermizo de
los antiguos practicantes de la medicina
-- sin que importe si se usa el término "shaman", u "hombre de medicina" o "curandero indígena".
De hecho, son demasiado numerosos para hacer una lista completa. Un ejemplo típico es el provisto
por Albert Buck, quien caracterizó la génesis de los antiguos "hombres de medicina", como sucedida
cuando "algún miembro de la tribu que había mostrado una habilidad especial para el tratamiento
de las enfermedades, y quien al mismo tiempo estaba liberalmente dotado de las cualidades que
caracterizan al charlatan, era escogido . . .
(The Growth
in Medicine (El Crecimiento en Medicina), p. 8., énfasis añadido).
- Ibid., p. 18.
- Targ, Russell,
Limitless Mind: A Guide to Remote Viewing
and Transformation of Consciousness (Mente sin Límites: Una Guía para la Visión a Distancia y la
Transformación de la Conciencia), p. 105-150 . . .
Una vez más, este nivel de arrogancia -- para referirse otra vez a
una frase del Capítulo 4 --
recuerda una de las túnicas históricas usadas para vestir a Cristóbal Colón -- "descubridor de
América" -- como si alguien pudiera decir que "descubrió" una tierra donde 55 millones de personas
han estado viviendo por incontables generaciones. Este gran tributo histórico se da a un hombre que,
para citar al activista nativo Estadounidense Russel Means, a quien conocí en una "asamblea de
sabiduría" en Sedona, Arizona (Mayo, 2006): " . . . pensó que había llegado a la India. No se
puede estar en este planeta y estar más EQUIVOCADO que al pensar que se ha encontrado un lugar, cuya
ubicación verdadera está en el lado opuesto del globo!"
Menciono esto por lo emblemático para la mentalidad enrevesada utilizada por la modernidad para
denigrar lo primitivo.
- Narby, ibid., p. 38. Apoyo bibliográfico: p. 170;
una frase sobre el Dr. Schˆpf de la p. 66.
- Vogel, Virgil,
American Indian Medicine
(Medicina India Americana), p. 35.
Comentarios sobre Henry David Thoreau, p. 119.
- Ibid., p. 67, citado de "Travels in the Confederation" (Viajes en la
Confederación)
(1783-1794). ed. Alfred J. Morrison, I, 284-87.
- Weaver,
Ideas, p. 59.
- Ibid., p. 71. Weaver toma la cita de Platón.
- Tainter,
The Collapse of Complex Societies
(El Colapso de las Sociedades Complejas),
p. 59.